lunes, 21 de marzo de 2016

VÍDEO SELECCIONADO: "AGUA, CONTEMPLANDO EL FUTURO"

"El derecho humano al agua es indispensable para una vida humana digna"

Observación General Nº. 15. El derecho al agua.
 Comité de Naciones Unidas de Derechos Económicos, 
Sociales y Culturales. 
Noviembre de 2002.




  En esta nueva entrada comenzaremos con una de las grandes metáforas sobre el agua, y, para ello, lo primero que tenemos que tener  muy presente es que "el pozo de la vida se está agotando". Seguramente, muchos lectores dirán que estas palabras saldrían más bien de la boca de un poeta que de una persona realista. Y tenéis toda la razón, pero yo soy de las que piensan que "todos los profesores deberían ser poetas, porque el conocimiento es peligroso si no entra a través del corazón" (cita textual de Annita Roddick en el vídeo, y que decido incluir en este espacio porque me parece una reflexión inteligentísima por su parte). Yo, ni soy profesora, ni soy poeta (o poetisa, como dirían los académicos), pero formo parte de eso que llamamos humanidad (en los dos sentidos posibles de la palabra) y creo en el poder de la educación como el arma más efectiva y poderosa para combatir la ignorancia de los seres humanos (valga la redundancia) pero no puedo evitar reprimirme al emplear este término (el de "humanidad", lo "humano") cuando hablo de la educación, pues los dos constituyen, desde mi humilde punto de vista, las dos caras de una misma moneda; por lo tanto, aquí no vale echar a suerte el destino de ambos. No hay educación sin humanidad, ni humanidad sin educación. Y esto no me lo enseñó la RAE, precisamente; tampoco es algo que esté en los libros, nada de eso...Esto es algo mucho más complejo que te enseña la gran maestra de la vida: la experiencia, los valores que ves en los demás y que tú mismo aprendes a llevar en tu propia maleta (y no me refiero a la ropa interior, por si alguien ya está barruntando algo parecido). ¿Cómo definirlo? Es...lo que está dentro de ti y te hace ser como eres, lo que te empuja a ayudar a otros, a sentirte mejor solidarizándote con otros, a dar el callo y no la espalda, a ofrecer la mano y no las armas. 

Hace tan solo unos días quedé impactada al ver una fotografía (no recuerdo el nombre de la reportera que la hizo) de una madre siria lavando el cuerpo de su hijo en mitad de un campo de refugiados, con la ayuda de un balde de agua. No me preguntéis por qué, pero me sentí profundamente conmovida. Y justo detrás de esa pareja fotografiada, se encontraba un voluntario de una conocida organización de ayuda a los refugiados, esbozando una sonrisa y ofreciéndoles una pequeña pastilla de jabón. Y de repente me dije: "Esto es humanidad, esto es educación". A menudo tendemos a familiarizarnos con la educación desde la esfera únicamente académica, sin tener en cuenta que ésta engloba otros aspectos (los conocimientos, obviamente, ocupan un lugar primordial, pero no el único) que tienen que ver con el crecimiento personal, la madurez, el equilibrio emocional, etc...

Ahora bien, ¿qué tiene que ver todo esto con el agua? Parece evidente que, si educamos desde la infancia en un buen uso y ahorro de este recurso, aprenderemos a tener una mayor conciencia social, lo que supone, a la larga, mayores beneficios, y esto traería, en consecuencia, un mayor avance en torno a la consideración  y respeto hacia el medio ambiente. Asimismo, los gobiernos mundiales, con un poquito de esfuerzo, lograrían frenar la contaminación y contribuirían a un reparto más equitativo y justo de los recursos, y, más concretamente, del agua, cada vez más escasa. Muchas decisiones pueden salvar vidas.

En otras palabras, todo esto es lo que puede ayudar la educación en la problemática mundial sobre el agua, y es uno de aspectos que más se han subrayado desde las Naciones Unidas. En cualquier caso, debería convertirse en un objetivo prioritario.

En la ciudad de Saná, en Yemen, el bombeo de las aguas subterráneas a causa de la carestía de agua ha llevado al agotamiento de este recurso, lo que ha supuesto que gran parte de la población haya recurrido a la excavación de pozos subterráneos de hasta 1.500 metros de profundidad, Mientras tanto, otras personas se ven obligadas a comprar agua a comerciantes privados a precios desorbitados, y otras muchas explotan fuentes ilícitas.

En la misma situación se encuentra el estado de California (EE.UU), donde la población aumenta cada año, y, por tanto, la demanda de agua se hace cada vez más evidente, por lo que cada vez se buscan más suministros de agua. Aquí, el Lago Mono, que se alimenta de los ríos de la región, ha bajado unos 14 metros, una cantidad bastante alarmante. Esta circunstancia ha conducido a las autoridades a llevar a cabo programas de reciclaje del agua:  por ejemplo, la distribución gratuita de inodoros que consumen una cantidad reducida de agua, o la reutilización de la misma en parques y zonas públicas, lo que supone un ahorro de un 10%  de este recurso.

Desde la NASA también son cada vez más conscientes de esta problemática y están aplicando medidas para la reutilización del agua en el espacio, a fin de que los astronautas puedan hacer una vida relativamente normal, sin agotarla.

Sin embargo, son los lazos entre la ciencia y la tecnología los que están realizando verdaderos avances sobre otras formas de reciclar agua, y es aquí donde el mar, lugar donde se originó la vida y la primera célula, juega un papel crucial. Mediante la ósmosis inversa (proceso de desalinización del agua marina) se pretenden aumentar los niveles y recursos de agua del planeta, si bien se trata de un proyecto que todavía requiere un mayor desarrollo.

Un curioso método para hacer fertilizar la tierra en desiertos como el del Sáhara es el que se está practicando actualmente a través del agua seca (dri water), compuesto de gel con textura y aspecto gelatinosos que retiene el agua y que impide que ésta se evapore en terrenos sometidos a altas temperaturas. Además, al no tener compuestos químicos, es una sustancia biodegradable que no produce ningún impacto medioambiental sobre la zona que se aplica.

En  definitiva, tanto la ciencia y la tecnología, como la educación, deben convertirse en instrumentos indispensables para el desarrollo social y medioambiental del planeta, y creo que nuestro esfuerzo debe ser, en este mismo sentido, la palanca que impulse el cambio hacia una etapa más civilizada y responsable. 

Aquí os dejo la página de las Naciones Unidas sobre la cuestión del agua. Es bastante interesante, pues contiene muchos documentos que abordan la cuestión del derecho humano al agua y al saneamiento junto con otros datos que merece la pena saber:






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