EL SER HUMANO Y LA CONQUISTA DEL TIEMPO.
¡Bienvenidos de nuevo, mis queridos blogueros, a mi pequeño laboratorio casero! Hoy dedicaremos nuestro espacio a investigar brevemente sobre los instrumentos que tradicionalmente ha empleado el ser humano, desde la Antigüedad hasta nuestros días. Como aprendiz en esto de las ciencias, siempre he sentido una gran fascinación por el modo en que el hombre, desde sus comienzos, ha intentado medir el tiempo. ¿Quién de vosotros no ha visto la trilogía de Regreso al futuro sin preguntarse si, efectivamente, dentro de unos siglos, el hombre podrá viajar en una máquina del tiempo o teletransportarse a cualquier lugar? ¿Podríamos cambiar nuestro propio destino? ¡Esto supondría una auténtica conquista! ¿Verdad? Escritores y cineastas han reflejado ampliamente estas experiencias y nosotros, como lectores y espectadores, las hemos almacenado en nuestros recuerdos desde nuestra más tierna infancia, esperando que, tal vez algún día, esto no llegue a ser una utopía.
Sin embargo, mucho me temo que, por ahora, tendremos que conformarnos con medir el tiempo de que disponemos. Por ello, nuestra investigación se centrará en descubrir aquellos instrumentos que han contribuido a este propósito. ¿Estáis preparados? ¡Comencemos este viaje por la historia!
INTRUMENTOS PARA MEDIR EL TIEMPO.
Los primeros calendarios:
¿Sabíais que fueron los babilonios y los egipcios quienes iniciaron la medición del tiempo con la elaboración de los primeros calendarios hace más de 5000 años? Surgieron principalmente para organizar las actividades comunales y los acontecimientos públicos, planificar el comercio y regular la siembra y la cosecha. Se basaban en tres ciclos naturales principales:
Los primeros calendarios:
¿Sabíais que fueron los babilonios y los egipcios quienes iniciaron la medición del tiempo con la elaboración de los primeros calendarios hace más de 5000 años? Surgieron principalmente para organizar las actividades comunales y los acontecimientos públicos, planificar el comercio y regular la siembra y la cosecha. Se basaban en tres ciclos naturales principales:
- El día solar, marcados por los períodos sucesivos de luz y oscuridad.
- El mes lunar, marcado por las diferentes fases de la luna.
- El año solar, que responde al giro de la tierra alrededor del sol, y se guía por el cambio de estaciones.
Prueba de ello fue como las distintas civilizaciones mostraron su preferencia por un tipo u otro de calendario debido a las condiciones impuestas por el clima y la naturaleza. Por ejemplo, en las latitudes bajas, el cambio estacional apenas era perceptible, y se hacían más evidentes los cambios en las fases de luna, lo que hizo que establecieran calendarios que respondían al ciclo lunar. En climas más septentrionales, donde el cambio estacional era mucho más acentuado y condicionaba las cosechas, se le concedió más importancia al año solar. Incluso el propio Imperio Romano, en su expansión hacia el norte, se decantó por el calendario solar, base, por cierto, del calendario gregoriano actual.
A MODO DE CURIOSIDAD...
¿Sabíais que la gnomónica es el estudio de la medida del tiempo mediante el empleo de relojes solares?
A lo largo de la historia se han conocido diferentes sistemas horarios, desde los relojes de arena y de fuego, pasando por las clepsidras, hasta los modernos relojes mecánicos del siglo XIV. Su diseño ha hecho posible que seamos capaces de sentir y percibir el paso del tiempo. Hagamos un repaso por aquellos artefactos antiguos que marcaron un antes y un después en la medida del tiempo.
* La clepsidra: se trata de un reloj de agua que ya emplearon los antiguos egipcios, sobre todo por la noche, cuando los relojes de arena no eran de utilidad. Las primeras clepsidras consistían en una vasija de barro que contenía agua hasta cierta medida y un orificio en la base con un tamaño suficiente como para asegurar la salida del líquido a una velocidad determinada y en un tiempo fijo. La vasija estaba marcada con varias rayas que indicaban la hora en las diferentes estaciones del año. Estos relojes de agua también se empleaban en los tribunales atenienses para medir el tiempo destinado a los oradores. En los tribunales romanos se utilizaban en las campañas militares para establecer las guardias nocturnas.
* El reloj de arena: se basa en un concepto físico idéntico al de la clepsidra: permitía que la gravedad hiciera fluir una cantidad establecida de un elementos para determinar distintos lapsos de tiempo. En este tipo de instrumentos, la arena se encuentra contenida en un recipiente de vidrio, mediante dos vasos comunicados, que se voltea cuando termina de caer el último gramo.
* El reloj astronómico: es, a mi modo de ver, uno de los instrumentos más bellos e interesantes para medir el tiempo. Nos informa de las posiciones relativas del Sol, la Luna, las constelaciones del zodíaco y las estrellas, así como de los planetas mayores. También nos informa sobre la duración del día y la noche, las fechas de los eclipses lunares y solares, de la Pascua y otras festividades religiosas, de las mareas, la hora solar, las fechas de los solsticios, los cambios de estación, la representación animada del sistema solar, la salida y la puesta del sol, etc...Todo ello acompañado y decorado con una rica variedad de símbolos religiosos, culturales, artísticos o científicos. Uno de los relojes astronómicos más impresionantes del mundo es el Reloj Astronómico de Praga.
Aquí os dejo un artículo muy interesante sobre el funcionamiento de este reloj gigante (¡que, por cierto, hace justo dos días cumplía 605 años!):
Bueno, blogueros, hasta aquí nuestro pequeño viaje por el tiempo. Espero que hayáis aprendido nuevas formas de medir el tiempo. Aunque hay muchas más, hemos querido reflejar aquí las más curiosas. De todas formas, os dejo un par de vídeos de Érase una vez el hombre (serie con la que he crecido) donde se resume muy brevemente lo que acabamos de explicar:
Me gustaría acabar con una cita muy acertada de Julio Verne, en relación con esta reflexión y recorrido por el tiempo.
"Todo lo que yo invento, todo lo que yo imagino, quedará siempre más acá de la verdad, porque llegará un momento en que las creaciones de la ciencia superarán a las de la imaginación"
Y así será...¡Nos vemos! Os recuerdo que mi próximo espacio estará dedicado a la inspiradora de este blog, la gran Marie Curie.
¡Saludos blogueros!
Genial. Muy bueno. Enhorabuena. Lo comparto. Saludos
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